¿Cuál suele ser tu postura en la vida?

12.10.2023

Las experiencias que vive cada persona a lo largo de su vida modela su personalidad, aunque, si bien es cierto nacemos con una predisposición de temperamento, siempre se puede reinventar la visión que se tiene de la existencia, así pues estas son las cinco posturas existenciales en las que cada persona se puede reconocer y con base en dicha información, comenzar el trabajo personal hacia una mejora interior, que sin duda va a manifestarse en las relaciones interpersonales.

Primera postura existencial: +/-

Quien quiere y necesita tener la razón, minimizando al otro, descalificando sus razones, sus argumentos o su condición, cualquiera que esta sea. Todos conocemos alguien así con quien resulta muy difícil dialogar o llegar acuerdos.

Segunda postura existencial: -/+

Yo no reconozco en mí mismo lo que soy, lo que tengo, y minimizo mis capacidades y habilidades, en función a compararme con la otra u otras personas, marcando las diferencias generalmente en ventaja en el otro y desventaja hacia sí mismo.

Tercera postura existencial: -/-

Estar viviendo situaciones complicadas en varias áreas de vida. Familiar, de pareja, laboral, social o personal y crear una postura nihilista, sin sentido ante la vida. Cruzar por episodios depresivos que no permiten ver con claridad salidas o soluciones.

Cuarta postura existencial: +/+

Experimentar vivencias altamente gratificantes, al punto de sentirme extasiado, maníaco o con un ánimo desbordante, el cual suele ser transitorio por ingerir sustancias tóxicas o experiencias excitantes, con un alto riesgo de tomar decisiones impulsivas, no razonadas. En las últimas dos posturas mencionadas se sugiere no tomar decisiones que seguramente llevarán a equivocadas resoluciones.

Quinta postura existencial: +/- -/+

Sentir, reconocer y validar que estoy bien por tener salud, una economía que me permite vivir bien y dignamente; sentir que tengo ganancias de tipo emocional, que son motivantes, que tengo amigos, familia o una red de apoyo que me respalda. O cualquier condición que me conecta con la vida y la gratitud. De la misma manera que identifico los momentos de oscuridad, confusión, miedo, incertidumbre, soledad o pérdidas. Porque esto es lo más realista en la vida, un vaivén que me recuerda que si ese péndulo se llegase a detener la vida se para. Oscilar en la luz y en las tinieblas o momentos claroscuros es la vida misma. Es la postura que me conecta con mi principio de realidad para pedir apoyo en cualquiera de ellas.

Conocer cada postura y asumir la responsabilidad de como me manifiesto, tanto en la relación con los demás como en la manera de auto relacionarme es el comienzo por un fascinante viaje que llamamos auto-descubrimiento, mismo que nos depara sorpresas inesperadas, épocas con poca claridad, pero siempre significará un avance hacia la edificación de un nuevo paradigma del universo personal. 

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