Creer para crear

17.03.2024

Has escuchado la frase ¿Lo que crees, creas? Las creencias nos limitan, marcan los límites de las infinitas posibilidades... ¿Por qué digo esto? En nuestra vida estamos muy determinados por nuestra familia, la cultura y las personas que nos rodean ya sea física o virtualmente...

Si tenemos una mente muy cerrada y no nos da curiosidad explorar más horizontes mentales o salir de nuestro círculo, de nuestras costumbres, de la zona de confort, estamos debilitando nuestra creatividad, nuestra esencia innata de poder crear cosas nuevas, nuevas experiencias y muchas aventuras.

Muchas personas se quedan estancadas en una vida que realmente no les aporta verdadera felicidad, simplemente por el miedo que da salir al mundo exterior con el corazón abierto a todo lo que la vida tiene para enseñarnos. Las creencias moldean nuestro potencial y nuestra realidad. Son una fuerza motriz que nos mueve para crear nueva vida, ya que desempeñan un papel fundamental en la forma en que percibimos e interpretamos el mundo.

Existen muchas creencias limitantes que por desgracia son adquiridas a lo largo de nuestra vida, sobre todo los primeros años de nuestra infancia y es de vital importancia poder reconocerlas y cuestionar su validez, puesto que, aunque parezcan muy arraigadas podemos trabajar en ellas y llegar a cambiarlas a nuestro favor y así poder abrirnos a nuevas posibilidades y ver todo desde otro prisma.

También están las creencias que sirven para potenciarnos, estas son las creencias capacitoras, que nos ayudan en el camino hacia un crecimiento personal y profesional, creer que podemos mejorar y construirnos día a día ya que, cada día es una nueva oportunidad que nos brinda la vida para trabajar en nosotros.

Crear desde la conciencia marca la diferencia. Estar atentos a nuestros patrones de conducta y observarlos con detenimiento, meditar sobre ellos nos llevará a tener más control y dominio

Darnos cuenta de cómo actuamos ante las mismas situaciones, ser honestos con nosotros mismos y sobre todo tenernos mucha paciencia, no es fácil cambiar de un día para otro, aunque queramos hacerlo, al final todo conlleva un proceso

Pero siendo sinceros con nosotros, con dedicación y constancia podemos conseguir lo que nos propongamos.

La vida nos lleva a cambiar constantemente, eso es bueno. La fuente de todo sufrimiento radica en querer aferrarnos a momentos, situaciones, personas, etc... Cuando la esencia de la vida radica en que todo es cambio, todo es pasajero e inestable. Por eso mejor soltar, soltar todas las creencias, nuestras o adquiridas, pero dejar que la vida pase a través de nosotros sin querer detenerla. Simplemente abrirnos a todas las experiencias sin juzgar, sin mente en lo que sea posible y sin agobios, pues somos aprendices en este juego llamado vida.

Hablémonos con amor y respeto, porque del mismo modo seremos con los demás, lo que es adentro es afuera, como la ley de correspondencia dice, no podemos dar de lo que no poseemos.

Llenémonos de creencias constructivas para llegar a ser mejores personas y aportar nuestro granito de arena. Este es mi consejo, ojalá pronto la sociedad alcance un estadio de conciencia superior y el mundo sea un lugar mejor.


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