La danza y los niños creatividad y creación (segunda parte)

25.09.2022

Los niños nacen con un gran deseo de explorar lo que los rodea y a partir de esa curiosidad innata se desarrolla la creatividad. Sin embargo, el desarrollo de la creatividad depende del medio ambiente en el que el niño se desarrolla y las interacciones que lleva a cabo. Si bien los niños se benefician del juego libre y de actividades no estructuradas, estos pueden convertirse en repetitivos y rutinarios, porque los niños necesitan estimulación y problemas creativos que resolver, y pueden desarrollar sus habilidades creativas cuando usan los materiales de una forma diferente o combinan nuevos materiales y cuando descubren cosas nuevas para ellos.

Los investigadores Guilford, Renzulli y Torrance mencionan que la creatividad es un esquema mental que influye en el modo que tiene el niño para enfocar globalmente su mundo. Para estos autores la creatividad es una habilidad que requiere mucho trabajo y cierto estado mental, consistente en una actitud de apertura y entusiasmo.

Mac Donald define a la danza creativa como movimientos corporales que expresan los pensamientos y los sentimientos de quien baila, además de promover las diferencias individuales. Nos dice que esta forma dancística enfatiza la creatividad, la resolución de problemas y la expresividad, por lo que los participantes en la danza creativa se involucran física, emocional e intelectualmente a través de diferentes propuestas de movimiento que retan sus habilidades físicas y su expresión estética.

La danza creativa ayuda a los niños a explorar sus puntos de vista, y les muestra cómo las situaciones tienen diferentes significados. Por medio de la danza creativa los estudiantes aprenden a buscar otras soluciones a los problemas que se les presentan y los invita a aceptar las diferencias que tengan con sus compañeros. Por último, la danza creativa puede ayudar a los niños a alcanzar su potencial porque alienta su desarrollo al involucrarlos física, emocional e intelectualmente en la exploración creativa y en su expresión.

Es por lo anterior que hay que tomar en cuenta la forma de enseñar, porque, por medio de estrategias y procedimientos que estructuren las interacciones en el aula, el profesor debe crear el clima idóneo donde se valore la creatividad, sin embargo, el concepto de la enseñanza creativa tiene muchas interpretaciones. La investigadora Y. Lin describe la enseñanza creativa como una pedagogía de la creatividad y la aborda desde tres diferentes perspectivas: la enseñanza creativa, la enseñanza para la creatividad y el aprendizaje creativo.

Lin considera a la primera perspectiva, la enseñanza creativa, como una parte esencial de la pedagogía creativa, porque se enfoca en las acciones de los niños y en su curiosidad innata.

La segunda perspectiva, la enseñanza para la creatividad, se enfoca en la forma de enseñar y en las acciones del profesor. A una forma de enseñar creativa, innovadora e imaginativa, a una habilidad de utilizar la improvisación y la espontaneidad.

La tercera perspectiva, el aprendizaje creativo, considera la importancia de un ambiente que apoye la creatividad e inspire el aprendizaje. Un ambiente creado por el profesor donde se incentive que los alumnos hagan preguntas, argumenten, compartan sus pensamientos y al mismo tiempo se sientan responsables de su aprendizaje. Al mismo tiempo, el maestro creativo sirve de modelo de creatividad para los estudiantes.

Un último punto que hay que revisar antes de pasar a la propuesta de la danza y los niños, creatividad y creación, tiene que ver con el concepto de alfabetización, la capacidad humana de simbolizar, pero como refiere la investigadora Alejandra Ferreiro, extendido a la capacidad de utilizar y manipular diferentes lenguajes (oral, aural, visual, espacial, y kinestésico) con los que se pueda crear sentido y comunicación. Entre esos lenguajes se encuentran los artísticos y entre ellos el de la danza.

Continuará


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