Un diario terapéutico

08.11.2022

Si recordamos hablar de terapias artísticas resulta ser algo complejo, pues dichas terapias usan distintos recursos o lenguajes artísticos que no solo buscan una libre expresión sino un proceso de autoconocimiento con lo cual cada persona indaga en incógnitas o situaciones de su vida, pero al mismo tiempo favorece el poder creativo de la persona con lo cual incrementa su perspectiva o búsqueda de soluciones que puede implementar en su día a día. Una de las grandes maneras de hacer esto es a través de lo que conocemos como "Diario Artístico"

Si nosotros revisamos modelos terapéuticos como el sistémico o cognitivo conductual veremos que el uso de los diarios es una gran herramienta que permite conocer las ideas o el mundo interno de cada persona, esto a través de la rutina o bien desde la disciplina para escribir diariamente (justamente su nombre de diario). Pero hablar de un diario artístico es mucho más complejo ya que no se rige en la rutina o en la disciplina sino en la exploración, curiosidad y participación. Un diario artístico es, un espacio fuera de la sesión terapéutica en la cual la persona es libre de expresar lo que guste o bien lo que le inquiete, pero al mismo tiempo puede hacerlo desde el lenguaje artístico de su preferencia; esto propone a la persona buscar maneras de expresar lo que piensa, siente o encuentra no solo desde la escritura sino del dibujo, pintura, fotografía, música y un sin fin de otras maneras.

Es cierto que este tipo de herramientas pareciera libre o espontáneo de alguna manera, y en cierta parte es así, pero debemos decir que dicho proceso tiene reglas o recomendaciones con la finalidad de que el proceso terapéutico no se vea contaminado e incluso otorgarle al paciente visiones mayores sobre su propio proceso o sobre sus objetivos terapéuticos; por lo cual a continuación te mencionamos algunos puntos importantes a seguir dentro de la elaboración del diario artístico.

  • La persona es libre de expresar lo que quiera cuando lo quera: Una de las primeras diferencias que encontramos en relación a otro tipo de diarios, es que este no se debe usar diariamente, o no si así se desea, ya que el diario artístico se desarrolla a partir de la creatividad y la creación; es decir, si hay una situación positiva o negativa que suceda y yo la quiero expresar tendré ese espacio para hacerlo, pero si es algo que prefiero no plasmar no pasara nada. Esto nos permite hacer responsable al paciente sobre sus propias creaciones y propios procesos y al mismo tiempo nos permite desarrollar estrategias personales que involucren la creatividad y la resiliencia en cada persona.
  • El diario puede ser compartido sólo si la persona lo quiere: Un punto de gran importancia. Si recuerdas hemos mencionado que el proceso creativo es de manera personal y que solamente el autor de cada obra podrá dar interpretación a sus creaciones, y aquí no es la excepción. Esto quiere decir que el diario artístico es un espacio personal que solo su autor podrá observar y analizar a detalle, por lo cual nosotros como terapeutas no podremos exigir que se nos muestre pues estaríamos invadiendo este espacio personal. Aunque sí la misma persona gusta o tiene la necesidad de mostrarnos podremos observar y dar nuestro comentario desde nuestra propia resonancia, y a partir de ello regalar procesos de retroalimentación que favorezcan los objetivos terapéuticos. Se que este punto parece complicado, pero recuerda que nuestro objetivo es regalar un espacio de expresión fuera de la terapia, por lo cual este espacio resultara ser de manera personal.
  • El diario artístico puede ser en formato físico o digital: El arte puede tener más de una forma, por lo cual el diario también lo tendrá; pues como mencionamos anteriormente el diario puede ser una combinación de lenguajes artísticos algunos de manera física pero otros tal vez sean a través de procesos digitales como fotografías, videos narrando o danzando, grabaciones de voz o canciones que expresen las situaciones de la vida cotidiana; lo cual nos permite trabajar la propia espontaneidad de cada persona pero al mismo tiempo la apertura a conocer más allá de lo que la persona conoce sobre sí mismo.
  • El diario artístico puede tener final cuando lo decida la persona: Si hablamos de temporalidad el diario artístico puede ser bastante flexible en eso, pues puede tener una duración bastante larga o bastante corta de acuerdo a las necesidades de la propia persona; esto es importante ya que todo proceso terapéutico resulta ser un proceso de descubrimiento y es muy cierto que dichos procesos pueden adaptarse a la propia personalidad de cada uno de nosotros, por lo cual una persona puede encontrar lo que necesita en tan solo un mes o bien lo podrá hacer en un mayor tiempo. Simplemente debemos recordar que jamás tendremos que acelerar algún proceso.

El diario artístico es una de las herramientas más complejas y hermosas que podemos usar en un proceso terapéutico, pues es una herramienta que nos permite hacer crecer a la persona desde fuera de la consulta o de la terapia; es un espacio en donde cada uno descubre sus propios límites, su propia creatividad y por ende su propia persona, así que por qué no ir por una libreta, una hoja, algunos colores, o una buena canción e iniciar un diario artístico, te prometo que no te arrepentirás. 


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